viernes, 14 de agosto de 2015

¿Existe el Bien moral?

Se oye decir que todos es relativo y que cada uno elige su modo de comportarse y eso es suficiente para actuar bien. ¿Seguro? ¿Hay un bien objetivo ?¿O todo depende de lo que cada uno considere? 


Caso Práctico: Compara la huella de Hitler en la Historia y la huella que ha dejado Nicholas Winton 

Sir Nicholas Winton,(1909-2015)  inglés de otrigen judío que ayudó a salvar 669 niños judíos en la 2º Guerra mundial.  En 1938 su amigo Blake le pidió ayuda para trabajar temporalmente en los campos de refugiados judíos donde miles de seres humanos, muchos de los cuales eran niños de origen hebreo, malvivían en condiciones infrahumanas. La visión del drama le marcó profundamente. Decidió montar una oficina improvisada en la habitación del hotel en el que se hospedaba y comenzó a elaborar un plan para sacar del país a tantos niños judíos como fuera posible para llevarlos a otros países y salvar sus vidas.
En poco tiempo, la comunidad judía de la capital checa se hizo eco de la presencia de Winton en la ciudad y del motivo que le impulsaba a seguir allí. De ahí que centenares de familias acudieran a visitarle para tratar de persuadirle de que incluyera a sus hijos en la lista de los niños que iba a intentar salvar. El alud de solicitudes provocó que se viera obligado a abrir una nueva oficina en la calle Vorsilska para poder atender a tanta gente como fuera posible. En pocos días centenares de familias habían acudido a solicitarle ayuda para salvar a sus hijos.Consciente de la magnitud del problema que tenía ante sí, contactó con los embajadores de las naciones que consideraba que podrían hacerse cargo de los niños, pero solo el gobierno sueco  accedió a ocuparse de un grupo de niños. Por su parte, Gran Bretaña prometió aceptar a los que fueran menores de 18 años pero solo si antes encontraba a familias dispuestas a acogerlos y que además deberían comprometerse a abonar por anticipado un depósito de 50 libras por cada niño para pagar su futura vuelta a casa. Una vez creado el Comité, Winton tuvo que hacer frente a un gran problema: conseguir la financiación necesaria para pagar los costos del viaje en tren de los niños desde Checoslovaquia hasta el país de acogida y encontrar a personas que aceptaran hacerse cargo de estos chicos y pagar las 50 libras que reclamaba el gobierno. Winton comenzó a publicar anuncios en los diarios británicos, en las iglesias y en las sinagogas solicitando ayuda. La respuesta de los londinenses fue entusiasta. En unas semanas, centenares de familias aceptaron acoger a los niños y aportaron el dinero necesario para iniciar los transportes desde Checoslovaquia hasta la capital inglesa.Finalmente Winton tuvo que volver a Londres para reincorporarse a su puesto de trabajo. Su regreso no le impidió seguir apuntalando su plan de rescate; así, creó una organización a la que bautizó con el nombre de El Comité Británico para los Refugiados de Checoslovaquia, Sección para Niños, que en un principio solo contaba con él mismo, su madre, su secretaria y unos cuantos voluntarios.
El primero de ellos se efectuó el 14 de marzo de 1939 en avión. En los siguientes meses se organizaron otros siete transportes, todos por tren. El último tuvo lugar el 2 de agosto. Los ferrocarriles tenían como destino  Londres, donde esperaban las familias de acogida.
El octavo tren tenía que salir de Praga el de septiembre de 1939 y en él iban a viajar otros 250 niños, pero ese mismo día Alemania invadió Polonia y cerró las fronteras. El transporte, literalmente, desapareció. Ninguno de los menores volvió a ser visto nunca más. Fueron 250 víctimas que se sumaron a los más de 15 000 niños que perecieron asesinados en Checoslovaquia durante la Segunda Guerra Mundial.
Winton rescató en total a 669 niños judíos. Su hazaña, que hubiera merecido múltiples condecoraciones y actos de homenaje, quedó en el olvido durante 50 años, ya que prefirió mantener en secreto lo sucedido. No fue hasta 1988 cuando Greta, su mujer, encontró un viejo maletín de cuero escondido en el desván de casa y, rebuscando entre los papeles que contenía, se topó con las fotos de 669 niños, una lista con el nombre de todos ellos y algunas cartas de sus padres. Tal descubrimiento provocó que Winton no tuviera más remedio que explicarle a su esposa lo que había acontecido décadas atrás.
Sorprendida por la historia que le acababa de explicar su marido, Greta se puso en contacto con Elisabeth Maxwel, una historiadora especializada en el Holocausto. Maxwell, cuyas raíces eran checas, quedó tan impresionado por la gesta de Winton que decidió publicar la historia en sus diarios. Poco después, la BBC se hizo eco de los sucesos que habían acaecido medio siglo antes y los acontecimientos se precipitaron. En unos días pasó de ser un personaje anónimo a convertirse en un héroe nacional, tanto en su país como en la antigua Checoslovaquia.
La hazaña de Winton permaneció en el anonimato durante 50 años hasta que su esposa Greta encontró en el ático de la casa familiar un álbum fotográfico, listas de niños y cartas de los padres.
La historia de Nicholas Winton ha servido de inspiración para la realización de dos filmes:" "y  Todos mis seres queridos" "El poder del bien"

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